Tanto las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), como las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), representan un desafío para la salud pública. Son causadas por microorganismos como virus, bacterias, hongos y parásitos que se transmiten de persona a persona a través de actividades sexuales, contacto íntimo o durante el embarazo, parto o lactancia. Comprender la diferencia entre infecciones y enfermedades de transmisión sexual, así como saber cómo prevenirlas, reconocer los signos de alarma y cuándo buscar atención médica es vital para proteger tu salud sexual y reproductiva.

 

Diferencia entre Infecciones y Enfermedades de Transmisión Sexual

La diferencia principal entre infecciones y enfermedades de transmisión sexual radica en la terminología utilizada y la gravedad de la condición. Las infecciones de transmisión sexual se refieren a la presencia de microorganismos patógenos en el cuerpo, mientras que las enfermedades de transmisión sexual implican síntomas o manifestaciones clínicas resultantes de estas infecciones.

Por ejemplo, la clamidia y la gonorrea son infecciones de transmisión sexual causadas por bacterias que pueden ser asintomáticas en algunos casos. Sin embargo, si no se tratan, pueden progresar y causar enfermedades como la enfermedad inflamatoria pélvica o la uretritis. Por otro lado, el herpes genital y la sífilis son ejemplos de enfermedades de transmisión sexual que presentan síntomas clínicos evidentes, como úlceras genitales en el caso del herpes o lesiones cutáneas en la sífilis.

Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, es importante comprender sus distinciones.

Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
– Se producen cuando una persona contrae un patógeno (virus, bacteria, hongo o parásito) a través de relaciones sexuales sin protección.
– Pueden ser asintomáticas o presentar síntomas leves que no permiten un diagnóstico certero.
– No siempre se transforman en enfermedades, y una persona puede tener una ITS sin desarrollar una ETS.
– Ejemplos comunes de ITS incluyen la sífilis, la gonorrea, la clamidia y la tricomoniasis.

Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)
– Son consecuencia de las infecciones. Esto significa que, debido a una infección, se desarrolla una enfermedad.
– Las ETS también son causadas por bacterias, hongos y virus, y pueden derivar en patologías más graves.
– Ejemplos de ETS incluyen el VPH, el VIH, la sífilis y la gonorrea.
– Varios tipos de cáncer genital y del sistema reproductivo son producidos por el avance del virus de papiloma humano (VPH).

En resumen, una ITS se refiere al estado de infección, mientras que una ETS se manifiesta como una enfermedad específica. Ambos términos están relacionados con la salud sexual y reproductiva, y es fundamental tomar medidas preventivas y realizar controles médicos regulares para proteger nuestra salud

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Prevención de Infecciones y Enfermedades de Transmisión Sexual

La prevención de las ITS/ETS se logra mediante múltiples estrategias:

  1. Educación Sexual Integral: La educación sexual integral que aborda temas como la anatomía, la salud reproductiva, la prevención de enfermedades y el consentimiento es fundamental desde una edad temprana. Promover la conciencia sobre las ITS/ETS, sus modos de transmisión y la importancia del uso de métodos de protección es clave.
  2. Uso de Métodos de Barrera: El uso consistente y correcto de métodos de barrera, como el condón, reduce significativamente el riesgo de transmisión de ITS/ETS. Además, los métodos anticonceptivos de larga duración, como el dispositivo intrauterino (DIU, conocido como T anticonceptiva) y el implante, protegen contra embarazos no deseados pero no previenen las ITS/ETS, por lo que se deben usar junto con métodos de barrera.
  3. Pruebas de Detección: Realizarse pruebas periódicas de detección de ITS/ETS, especialmente después de haber tenido relaciones sexuales sin protección o si se ha tenido contacto con una persona infectada, es fundamental. Si se detecta una infección, es importante seguir el tratamiento recetado por el equipo de salud y notificar a las parejas sexuales para que también puedan recibir tratamiento.
  4. Pactar protección con Parejas Sexuales: acordar el uso de protección con parejas sexuales y acordar hacerse pruebas periódicas de ITS puede disminuir el riesgo de exposición a estas infecciones.
  5. Vacunación: La vacunación contra enfermedades como el virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis B es una estrategia efectiva para prevenir ciertas ITS/ETS. Es importante seguir el calendario de vacunación recomendado por el servicio de salud.

 

Signos de Alarma y Cuándo Solicitar una Consulta Médica

Es fundamental prestar atención a los signos de alarma que podrían indicar la presencia de una ITS/ETS:

  • Secreción inusual del pene o la vagina.
  • Dolor o ardor al orinar.
  • Úlceras genitales, verrugas o lesiones cutáneas.
  • Picazón, enrojecimiento o inflamación en el área genital.
  • Dolor abdominal, pélvico o durante las relaciones sexuales.
  • Sangrado vaginal anormal.
  • Síntomas de infección del tracto urinario.

Si experimentas alguno de estos síntomas después de haber tenido relaciones sexuales o sospechas de una infección, hazte una prueba de inmediato. En Oriéntame puedes encontrar combos de exámenes para varias ITS.

En conclusión, la diferencia entre infecciones y enfermedades de transmisión sexual radica en la manifestación de la enfermedad. La prevención de las ITS/ETS se basa en la educación, el uso de métodos de protección, y la detección temprana. Reconocer los signos de alarma y buscar atención médica cuando sea necesario son pasos importantes para proteger tu salud sexual y reproductiva.