En el mundo actual de desinformación y noticias falsas, contar con información precisa y actualizada sobre las enfermedades de transmisión sexual (ITS) es fundamental para jóvenes y adultos por igual. 

Hablaremos de infecciones y no de enfermedades de transmisión sexual, pues la fase de enfermedad es una etapa que no se desarrolla en todas las personas infectadas. Sin embargo, al tener la infección y estar sin tratamiento hay riesgo de transmitir la infección, aún sin haber experimentado síntoma alguno.

En este artículo, abordaremos aspectos clave de las ITS, desde su prevención hasta el tratamiento, pasando por la identificación de síntomas y la importancia de la comunicación con tu(s) pareja(s). 

Nuestro objetivo es proporcionar una guía completa y fácil de entender que te permita tomar decisiones informadas y mantener una vida sexual saludable. Al disponer de información sobre las infecciones de transmisión sexual, puedes protegerte a ti y a tus parejas, reducir riesgos y contribuir a la prevención en  la salud sexual en tu comunidad.

Entendiendo las infecciones de transmisión sexual: tipos y causas

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) se propagan principalmente a través del contacto sexual. Estas infecciones pueden ser causadas por diferentes agentes, como virus, bacterias y parásitos. 

Algunas de las ITS más comunes incluyen el VIH, el virus del papiloma humano (VPH), la gonorrea, la clamidia y la sífilis. 

Es importante comprender que, en la etapa de enfermedad, cada una presenta características distintas en cuanto a síntomas, tratamientos y consecuencias para la salud. 

Además, algunas ITS pueden transmitirse también a través de otros medios, como el contacto con sangre infectada o durante el embarazo y el parto. 

Conocer los tipos y causas de las infecciones de transmisión sexual es fundamental para tomar medidas de prevención adecuadas y mantener una vida sexual placentera, sana y responsable.

ITS más comunes

VIH:

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ataca y debilita el sistema inmunológico, lo que puede llevar al desarrollo de enfermedad por SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). 

Se transmite principalmente a través del contacto sexual sin protección, por compartir agujas y jeringas, o durante el embarazo, el parto o la lactancia.

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Sífilis:

Eprovocada por la bacteria Treponema pallidum y se propaga principalmente a través de relaciones sexuales. 

La sífilis puede manifestarse en diferentes fases, abarcando desde lesiones en la piel hasta síntomas generales y afectación del sistema nervioso central. 

Si no se recibe tratamiento adecuado, puede desencadenar serias complicaciones a largo plazo.

Clamidia:

Esta infección bacteriana es provocada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Frecuentemente no presenta síntomas; sin embargo, puede generar molestias al orinar y secreciones anormales en ambos géneros.

De no recibir tratamiento, puede evolucionar hacia problemas de salud más severos, como la enfermedad inflamatoria pélvica, e incluso infertilidad.

Hepatitis B:

Una infección viral que afecta al hígado y se transmite a través del contacto con sangre y otros fluidos corporales infectados. 

Puede causar síntomas como ictericia, fatiga, náuseas y dolor abdominal. Si se vuelve crónica, puede llevar a cirrosis, cáncer de hígado e incluso la muerte.

Hepatitis C:

Infección viral que afecta al hígado y se transmite principalmente a través del contacto con sangre infectada, como compartir agujas y jeringas. 

A menudo, no presenta síntomas en las primeras etapas, pero puede causar daño hepático a largo plazo, cirrosis y cáncer de hígado si no se trata.

Herpes:

Esta infección viral es provocada por dos variantes del virus del herpes simple: tipo 1 (HSV-1) y tipo 2 (HSV-2). El HSV-1 generalmente ocasiona herpes labial, mientras que el HSV-2 se relaciona con el herpes genital.

Ambos virus se transmiten mediante contacto directo con las lesiones, aunque también pueden contagiarse incluso sin la presencia de síntomas visibles.

El herpes puede generar brotes periódicos de lesiones dolorosas en la piel o en las membranas mucosas. A pesar de no tener cura, los síntomas pueden controlarse con medicación antiviral.

Gonorrea:

La gonorrea es una infección bacteriana que se contagia principalmente a través del contacto sexual y llos síntomas pueden incluir dolor al orinar y secreción anormal del pene o la vagina, aunque en algunos casos no hay síntomas. 

Si no se trata, la gonorrea puede llevar a complicaciones graves como la enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad y un mayor riesgo de contraer otras infecciones de transmisión sexual.

Síntomas comunes de las enfermedades de transmisión sexual: qué buscar y cuándo preocuparse

En su fase de enfermedad, las ETS pueden presentar una variedad de síntomas, algunos de los cuales pueden ser difíciles de identificar o pasar desapercibidos. 

Los síntomas comunes incluyen dolor al orinar, secreciones anormales del pene o la vagina, picazón, erupciones cutáneas o llagas en la zona genital, y dolor o hinchazón en el área pélvica. 

Sin embargo, muchas infecciones sexuales pueden ser asintomáticas. Y sin la presencia de síntomas notables se dificulta su detección y tratamiento. 

Es importante prestar atención a cualquier cambio en tu salud y no dudar en buscar atención médica si se experimentan síntomas inusuales o persistentes. 

La detección temprana y el tratamiento de las ITS son fundamentales para prevenir complicaciones a largo plazo y proteger la salud sexual tanto propia como de tus parejas sexuales.

Prevención de infecciones de transmisión sexual: el papel de la educación sexual y las prácticas seguras

La prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS) es fundamental para mantener una vida sexual saludable y reducir el riesgo de infección. 

La educación sexual desempeña un papel vital en esta prevención, ya que proporciona información precisa y actualizada sobre las ITS, sus síntomas, modos de transmisión y medidas de protección. 

Además, la educación sexual integral fomenta un enfoque responsable y consciente del ejercicio de la sexualidad, lo que incluye la promoción de prácticas seguras, como el uso correcto y constante de preservativos, la reducción del número de parejas sexuales y la realización de chequeos regulares de salud sexual. 

También es esencial fomentar el diálogo abierto y honesto con tus parejas sobre el historial sexual y estado de salud. 

Al combinar la educación sexual adecuada con la adopción de prácticas seguras, se puede disminuir significativamente el riesgo de contagio de ITS y garantizar una vida sexual saludable y satisfactoria.

En conclusión, es fundamental ser consciente de la importancia de realizarse pruebas periódicas para la detección temprana de las ITS. Si necesitas realizarte pruebas rápidas de ITS, te invitamos a contactar con Oriéntame y preguntar por el  servicio de asesoría y pruebas rápidas para el diagnóstico presuntivo de diversas infecciones de transmisión sexual. 

Estas pruebas están disponibles para cualquier persona entre los 13 y los 64 años de edad y son parte esencial de los controles periódicos de salud.

En tu cita en Oriéntame, además de realizarte las pruebas de ITS, recibirás información valiosa sobre cómo reducir el riesgo de infecciones, mantener tu salud y proteger a tu(s) pareja(s).

 No esperes más; toma el control de tu salud sexual y acércate a Oriéntame para obtener la información y el apoyo que necesitas.