La prevención y detección temprana son pilares fundamentales en el cuidado de la salud sexual y reproductiva. Dentro de las múltiples herramientas con las que contamos para proteger nuestra salud, el examen de Papanicolaou destaca como una prueba esencial.
Este examen, aunque sencillo, puede ser la diferencia entre detectar a tiempo una anomalía o enfrentarse a complicaciones más graves en el futuro.
En este artículo, abordaremos la relevancia del Papanicolaou en la rutina médica de toda mujer o persona con aparato reproductor femenino y por qué es indispensable incorporarlo en nuestros chequeos regulares.
¿Qué es el Papanicolaou?
El Papanicolaou, también conocido como citología cervical o prueba de Pap, es un examen ginecológico que permite detectar alteraciones en las células del cuello del útero.
Se realiza tomando una pequeña muestra de células cervicales con el objetivo de identificar cambios precancerosos o cancerosos a tiempo.
Esta prueba es esencial porque muchas de las afecciones que puede descubrir no presentan síntomas visibles en sus primeras etapas.
Gracias al Papanicolaou, es posible intervenir de manera temprana y evitar el desarrollo de cáncer cervicouterino, una de las principales causas de muerte relacionadas con el cáncer en mujeres y personas con posibilidad de gestar a nivel mundial.
¿Cómo se realiza el Papanicolaou?
El Papanicolaou es un procedimiento sencillo y rápido que se lleva a cabo durante una cita ginecológica.
Para realizarlo, la paciente se coloca en una posición ginecológica, con las piernas flexionadas y apoyadas en estribos.
El médico o la médica introduce un instrumento llamado espéculo en la vagina para visualizar el cuello del útero. Una vez que tiene una vista clara, utiliza un pequeño cepillo o espátula para tomar una muestra de células del cuello uterino.
Esta muestra se coloca luego en un portaobjetos y se envía a un laboratorio para su análisis.
El proceso en sí suele ser indoloro, aunque algunas personas pueden experimentar una ligera molestia o presión.
Es fundamental no haber tenido relaciones sexuales, no utilizar duchas vaginales ni tener la menstruación al menos 48 horas antes del examen para garantizar resultados precisos.
Durante una cita ginecológica regular, es común que el especialista recomiende realizar un Papanicolaou, especialmente si la persona tiene más de 21 años, ha iniciado su vida sexual o tiene una vida sexual activa.
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Beneficios de la citología vaginal
La citología vaginal no sólo detecta la posible presencia de células cancerosas. También puede revelar infecciones o inflamaciones que, aunque no sean cancerosas, pueden requerir tratamiento.
Entre las principales afecciones y alteraciones que puede detectar esta prueba, encontramos:
Cambios precancerosos:
Son alteraciones celulares que, si no se tratan, podrían desarrollarse en cáncer cervicouterino. Detectar y tratar estos cambios tempranamente puede prevenir el cáncer.
Cáncer cervicouterino:
El Papanicolaou puede identificar células cancerosas en el cuello uterino.
Infecciones vaginales:
La citología también puede detectar la presencia de bacterias, levaduras y otros microorganismos que causan infecciones vaginales.
Virus del papiloma humano (VPH):
Algunos tipos de VPH están relacionados con el desarrollo de cáncer cervicouterino. Aunque la prueba de Papanicolaou no detecta directamente el VPH, puede identificar los cambios celulares causados por este virus.
Inflamación:
El examen puede mostrar signos de inflamación del cuello uterino.
Tricomoniasis:
Es una infección sexualmente transmisible que puede ser identificada a través de la citología.
Herpes genital:
Aunque no es su principal función, en algunas ocasiones puede detectar células afectadas por el herpes.
¿Con qué frecuencia debo realizarme el Papanicolaou?
La frecuencia con la que una persona debe realizarse el Papanicolaou varía según su edad y su historial médico.
Si tienes útero y estás entre los 21 y 65 años, es esencial someterse a esta prueba. Sin embargo, aquellas personas que hayan pasado por una histerectomía y hayan obtenido resultados normales durante la última década no necesitan repetir el examen antes de los 65 años.
Siguiendo las directrices del Ministerio de Salud de Colombia, las personas con útero entre 25 y 30 años deben realizar la citología de cuello uterino anualmente durante dos años seguidos y, si ambos resultados son negativos, pueden optar por hacerla cada tres años.
Por otro lado, para las personas de 30 a 65 años, se aconseja una citología junto con el test de detección del VPH.
Sin embargo, es fundamental discutir con tu especialista la periodicidad más adecuada para tu situación específica.
Pasos a seguir después del Papanicolaou
Si el resultado del Papanicolaou es normal, simplemente deberás seguir las recomendaciones de tu especialista en ginecología sobre cuándo realizar la próxima prueba.
Si se detectan anomalías, es posible que se requieran pruebas adicionales o tratamientos específicos. En cualquier caso, el seguimiento adecuado es esencial para garantizar tu bienestar.
En conclusión, el Papanicolaou es una herramienta esencial en la prevención del cáncer cervicouterino y en el cuidado general de la salud sexual y reproductiva.
Si ha llegado el momento de realizarte esta prueba o aún no te la has hecho nunca, no esperes más. En Oriéntame, contamos con profesionales capacitados que te brindarán una atención personalizada y resolverán cualquier inquietud.
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