Luego del fin de la segunda guerra mundial y con la reciente creación de la Organización de las Naciones Unidas ONU, el 10 de marzo de 1948 en París, durante la tercera Asamblea General de este organismo fue proclamada la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Este documento fue elaborado por representantes de todas las regiones del mundo, y tenía como fin establecer y divulgar los derechos humanos fundamentales que deberían protegerse en todo el mundo.

Muchos años después, en 1994, se celebró en El Cairo, Egipto la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo CIPD. Durante el evento se promulgó el documento Programa de Acción.

Este, es el primer documento de consenso internacional donde expresamente se comienza a hablar de la salud como de los derechos sexuales y reproductivos.   

Este es uno de los hitos más importantes porque al reconocer el carácter humano de las dimensiones de la sexualidad y la reproducción, se empiezan a relacionar estas áreas con el desarrollo de las personas, naciones y del mundo.

Así mismo, se reconocieron específicamente la necesidad de los jóvenes en esta materia, recomendando a los Estados a proveer acceso a la información, a la educación y a los servicios en esta materia.   

Estos dos sucesos son claves para la sensibilización en derechos que realizamos desde la Fundación Oriéntame, y que permiten conocer la importancia del contexto en el que los derechos comenzaron a ser proclamados y divulgados en los ámbitos nacionales, regionales e internacionales.

Así mismo, en prospectiva, nos permite pensar en la actualidad de los derechos sexuales y derechos reproductivos. Son precedentes importantes para poder reflexionar sobre estos derechos en el día a día de las mujeres y hombres.     

A su vez, esto reafirma el carácter humano de los derechos sexuales y derechos reproductivos, pues la sexualidad y las decisiones sobre la reproducción hacen parte del cotidiano de las personas, desplegándose en las distintas etapas del desarrollo psicosexual de las personas y recibiendo una gran influencia del contexto de las sociedades en las que se desarrollan.    

Con frecuencia emergen algunas preguntas respecto a la vivencia de estos derechos: ¿Conocemos los derechos sexuales y derechos reproductivos?  ¿Cómo se aplican en nuestra vida cotidiana? ¿Cómo quisiéramos vivirlos?

Para abordar estos interrogantes y situar las reflexiones frente a los derechos sexuales y los derechos reproductivos, creemos en que el conocimiento y ejercicio de los derechos sexuales y derechos reproductivos aporta a la vivencia de la sexualidad de una forma segura, placentera, responsable e informada.   

Por ello, en múltiples contextos y en alianza con distintos actores escolares, institucionales, sociales y comunitarios desarrollamos la sensibilización en derechos como una estrategia para:   

• Informar sobre los derechos sexuales y reproductivos explicando su reconocimiento histórico. 
• Generar reflexión sobre el contenido de cada derecho sexual y derecho reproductivo mencionando la importancia de pensar en el contexto de cada uno y cada una. 
• Situar la importancia de recibir información adecuada y acceso a servicios de salud de forma adecuada para garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y derechos reproductivos.
• Sensibilizar sobre la diferencia entre sexo, genero, orientación sexual e identidad, promoviendo que las y los asistentes puedan expresar lo que saben, conocen o desconocen de cada uno de estos conceptos y precisando la información, de forma que se contribuya con el logro del derecho a vivir la sexualidad de forma libre, responsable, placentera y segura en donde las personas no enfrentan ningún tipo de discriminación, coerción o violencia.
• Informar sobre el derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo como un derecho de las mujeres y la importancia que tienen garantizar este servicio de una forma adecuada y segura en la salud.
• Resaltar la importancia de contar con herramientas que permitan prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual.
• Remarcar el derecho a decidir sobre nuestra reproducción contando tanto con la información como con el acceso a la anticoncepción incluida la anticoncepción de emergencia.